El secretario de la Central General de Trabajadores (CGT) y ahora presidente del Régimen de Aportaciones Privadas (RAP), Daniel Durón, asumió en diciembre del año pasado la presidencia del RAP, permitiendo que por primera vez durante los más de veinte años de formación del RAP el sector laboral asumiera la conducción, dentro de los avances preliminares de su trabajo están diversas mejoras a la institución para acrecentar los beneficios de los contribuyentes, como el ingreso de nuevas intermediarias a los proyectos.
Con esta opción se pretende dar mayor participación a las intermediarias para relanzar los proyectos de vivienda social y de esta manera devolver la credibilidad del trabajador hacia la institución, que tiene una carta crediticia de más de 13,000 millones de lempiras. Una de las opciones viabilizada para este objetivo es incluir a las cooperativas en el sistema para asi beneficiar el alto porcentaje de aportantes que no califican al sistema bancario.
Adicionalmente a esta propuesta, la revisión de la tasa de interés de los aportantes, la entrega de los fondos aportados en un período de seis meses, entregar los excedentes del ente a los contribuyentes y convertir el RAP en un instrumento de préstamos son las novedosas propuestas que le están dando un giro más social al funcionamiento de este régimen.
El Fondo Social para la Vivienda (Fosovi) fue creado para dar respuesta a los hondureños que querían una vivienda, pese a sus bajos recursos económicos y que no tenían un trabajo y con financiamiento fuerte por parte del Estado, cometido que no había venido cumpliendo.
Una reforma a la Ley del Régimen de Aportaciones Privadas (RAP) permitirá que los afiliados que devengan un sueldo equivalente a tres salarios mínimos accedan a préstamos de vivienda y gocen de otros beneficios económicos.
Actualmente el 80 por ciento de más de 270 afiliados están marginados de los beneficios de la institución porque no califican financieramente, esto llevó a que el pleno del Congreso Nacional aprobara en último debate, la reforma que revierta esta tendencia.
Además de expandir los beneficios a los afiliados para que accedan a préstamos personales con mayor facilidad haciendo flexibles los requisitos, la ley hará que el RAP sea un ente independiente.
En ese sentido, la nueva ley contempla que todos los afiliados que devenguen un salario mensual de tres salarios mínimos tendrán derecho a un préstamo de hasta el 75 por ciento del total de sus aportaciones, siempre que el esquema garantice la sostenibilidad del sistema.
Los préstamos por arriba de ese 75 por ciento de las aportaciones seguirán sujetos al estudio que realicen los intermediarios financieros que trabajan con el RAP.
Con la nueva herramienta jurídica, el RAP también podrá ampliar sus operaciones a otras ciudades del país y otorgar a sus afiliados préstamos para viviendas y otros productos financieros que ayuden al bienestar de sus afiliados. La aprobación de la ley de esta institución hizo justicia a más de 210 mil afiliados que durante más de 20 años solo han capitalizado la institución.